“Muchas veces tengo que ir caminando a entrenar acompañada de mi mamá, porque la verdad no tengo dinero para los pasajes del bus. Pero, todo eso es secundario con tal de practicar taekwondo”, clara, humilde y con un brillo especial en sus ojos que denotan emoción y orgullo por superar lo que para muchos sería motivo más que suficiente para dejar el deporte, no obstante para ella es un combate más que debe ganar día a día.

Hablamos de la niña, Kristel Altamirano, representante del Comité Cantonal de de Deportes y Recreación de Alajuelita, quién este viernes vio uno de sus sueños cumplidos al debutar y obtener medalla de bronce en los Juegos Deportivos Nacionales (JDN) 2019 en la modalidad de Kyorugi femenil de -51 kilos.

Esta chica, quién también es seleccionada nacional contó que descubrió su amor por el taekwondo a finales del 2017, le gustó porque según sus propias palabras es: “Un deporte para personas luchadoras que no se dejan derribar por las adversidades”.

Lucía Campos, madre de la taekwondista y compañera de viajes a pie desde Alajuelita hasta Pavas donde entrena con la Selección Nacional, no encontraba las palabras para describir lo que sentía en el momento y ver como el sacrificio de su hija durante un 1 año y 8 meses va dando los resultados que motivan a la chica a mantenerse firme tras sus sueños de representar al país en competencias internacionales.

“Estoy asombrada y demasiado feliz de ver como algo que empezó como clases de defensa personal porque a ella le hacían Bullying en la escuela pasó a ser algo que le da muchas alegrías a nuestra familia y que nos hace dejar en un segundo plano los problemas económicos que a veces atravesamos”, mencionó doña Lucía.

“La verdad como ella (Kristel) lo dijo muchas veces toca ir a pie y hay cansancio, hay lluvia, a veces hasta con un poco de hambre, pero mientras uno pueda siempre va a acompañarla porque para una como madre es imposible decirle que no al ver la pasión de ella”, añadió.

Para Javier Avilés, entrenador del CCDR de Alajuelita la historia de superación de Kristel y su madre debe servir de ejemplo a seguir, demuestran que nunca se deben perder la fe y la actitud en la vida.

“Todo sacrificio tiene su recompensa. Ella llegó con 10 años a la academia, siempre mostró pasión y le gustaba lo que hacía. Se le dio la oportunidad para que hiciera una prueba en la Selección de cadetes menos -51 kilos y cada día sigue creciendo en este deporte”, señaló el entrenador.

Tras culminar la jornada de viernes en los JDN 2019, Kristel se marchó con la medalla de bronce y objetivos claros a fututo: “Pienso seguir adelante, el taekwondo lo veo como una oportunidad que me puede abrir muchas puertas tanto a nivel deportivo como en lo que respecta la educación. Más que un deporte, es parte de mi vida”, concluyó la menor.